¡Hola bloggers!
De nuevo me tenéis por aquí un día más con una entrada en un Domingo por la mañana. Hoy me he levantado con ganas de escribir ya que anoche vi una película que me llamó bastante la atención por el mensaje que transmite. La película es "El hoyo" y acaba de estrenarse en una de las plataformas digitales que están tan de moda en la actualidad. Me recomendaron la película y me dispuse a verla con mis palomitas de mantequilla al lado, sin saber que sería una de esas películas que cuesta olvidar y que te marcan en algún sentido.
Mi intención no es hacer spoiler, pero si alguien quiere ver la película le recomiendo que la vea primero y luego venga a leer mi entrada. Os dejo por aquí el tráiler para que sepáis de qué va y os animéis ya que merece mucho la pena.
Fuente: YouTube
La película me ha sorprendido muy gratamente. Al comenzar con ella pensé que sería la típica película de intriga que te entretiene pero que no te lanza ningún mensaje. Pues me equivocaba. Os contaré un poco de qué va la película para poneros en situación: el protagonista se despierta en un hoyo, el hoyo es precisamente eso, un agujero en el que hay 333 plantas hacia abajo y en cada planta hay dos personas que viven cada mes haciéndose compañía en un pequeño habitáculo con dos camas. Cada mes cambian de planta y al protagonista puede tocarle más arriba o más abajo en el hoyo, según la suerte que tenga. Digo la suerte puesto que a través de un agujero en el medio del habitáculo baja la comida en una mesa. Por tanto, los que están en las plantas de más arriba comen los platos recién hechos, llenos y todo lo que deseen. En cambio cuando la plataforma con comida va llegando a plantas más cercanas al fondo, la comida se ha terminado y ese mes las personas que han corrido la suerte de estar abajo no comen y pueden morir.
Pues bien, la historia comienza a lanzar un mensaje cuando aparece la nueva
compañera del protagonista, que ha trabajado durante años para la compañía, que es como llaman a los dueños del hoyo. Según ella, existe una ración de comida para todas y cada una de las personas del hoyo, el problema es que las personas que se encuentran arriba comen más de lo que necesitan y a las de abajo no les llega nunca su ración. Por esto, ella comienza a preparar dos raciones cada día y a decirles a los de la planta de abajo que se la coman y vuelvan a preparar otras dos raciones para los siguientes. Según ella, si las personas comienzan a ver que así llega comida, surgiría una solidaridad espontánea y el hoyo comenzaría a funcionar sin que nadie muriera. Aún con todos sus esfuerzos no consigue que surja esa solidaridad. Los de arriba no la escuchan, puesto que están arriba y en ese momento están en ventaja y los de abajo tampoco quieren escuchar a no ser que sea a través de amenazas. Por tanto su creencia en el ser humano y su solidaridad mutua y espontánea queda en nada.
Fuente: Pixabay |
El mensaje que transmite a mi parecer, o al menos el que ha calado en mi, es que existen recursos en el mundo para que todos sobrevivamos de forma digna, para que todos comamos, para que todos tengamos un techo, una vivienda, etc. Pero, ¿qué es lo que ocurre? Al igual que en el hoyo, existen personas con más ventajas, con más fácil acceso a los recursos, que en vez de quedarse solo con la parte que les corresponde y con lo necesario para vivir, abusan de ellos, derrochan, por tanto cuando estos recursos llegan a aquellos que no tenían la ventaja de adquirirlos de forma tan inmediata, son escasos o nulos y ya ni si quiera les da para vivir. Mueren. Y no mueren a causa de la falta de recursos, mueren a causa del derroche y del abuso por parte de las personas de arriba, de las personas con más poder.
Para mí es una clara comparación con el mundo real. A una parte de la población le sobra riqueza y recursos y no tienen el más mínimo sentido de la solidaridad. Por otro lado, a otra gran parte de la población no le llegan los recursos para vivir, mueren a causa de la insolidaridad provocada por el consumismo de la persona rica o más favorecida.
Hasta que no nos demos cuenta de que debemos ser solidarios con aquellos que no han tenido tanta suerte como nosotros, seguirá muriendo gente y seguiremos
pensando que es porque no hay comida y materia para tanta gente, que es algo normal, y NO, es algo muy preocupante que no nos demos cuenta de que nosotros tenemos mucho que ver con la situación en nuestra posición de occidentales.
Fuente: Pixabay |
Como educadora social y como persona es una de las películas actuales que recomiendo 100% ver, sobre todo en la situación actual en la que nos encontramos, en que necesitamos ser solidarios para sobrevivir y para darnos cuenta de que un día podemos estar arriba y ser los que ayudemos, pero quizá otro día nos toque estar abajo y queramos recibir la misma ayuda.
¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO!
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