¡Aquí me tenéis de nuevo, bloggers!
Una semana más os traigo una entrada. En este caso os voy a exponer mi opinión acerca de un tema que ahora mismo es más actualidad que ninguna otra cosa que os pueda contar: el Coronavirus.
Bien, yo no soy enfermera ni médica, ni ningún cargo del gobierno para dedicarme a hablaros de síntomas, tratamiento o medidas para afrontar el temido Coronavirus. Por tanto, no os hablaré concretamente del virus en sí, si no más bien de la repercusión que éste está teniendo en la población y de los diversos comportamientos que está produciendo en las personas, que en este caso sí me incumben como educadora social.
Para apoyarme en un recurso digital y que os ubiquéis en el tema, os voy a adjuntar un vídeo sobre lo que voy a hablar:
produjo el agravamiento de la situación por el virus en el país. Me gustaría daros mi opinión acerca de esto, que hace un par de días se seguía produciendo y que ahora ha parado debido al estado de alarma decretado por el gobierno.
desinformación o a la información falsa que reciben por medios como las redes sociales o la televisión, han entrado en pánico y sin siquiera contrastar las noticias se han echado a la calle para comprar de forma masiva. Para mi esta práctica es contraproducente. Primero, porque el abastecimiento de recursos está asegurado y por tanto esto no es necesario y segundo, porque es una forma de buscar contagios innecesarios entre tanta aglomeración de personas.
muy egoísta con el resto de la población que tienen a su alrededor. Lo que quiero decir con esto es que cada persona se ha dedicado a mirar por su propio bienestar, comprando y abasteciéndose de forma desmesurada con productos que seguramente ni siquiera necesitaban, o ni mucho menos al menos en esas cantidades casi industriales, sin tener en cuenta que la persona que venía después de ella a comprar quizá no podía beber un vaso de leche ese día, porque el o ella se había llevado 10 cajas de 6 bricks de litro y medio (caso real). Me indigna y me preocupa la situación.
Se que es un momento difícil para todos, que todo esto genera miedo. Pero el respeto, la solidaridad, la empatía, el mirar por los demás y no solo por ti mismo, etc, creo que son valores que en estos momentos debemos sacar a relucir más que nunca y no por el contrario, menos.
Bien, yo no soy enfermera ni médica, ni ningún cargo del gobierno para dedicarme a hablaros de síntomas, tratamiento o medidas para afrontar el temido Coronavirus. Por tanto, no os hablaré concretamente del virus en sí, si no más bien de la repercusión que éste está teniendo en la población y de los diversos comportamientos que está produciendo en las personas, que en este caso sí me incumben como educadora social.
Para apoyarme en un recurso digital y que os ubiquéis en el tema, os voy a adjuntar un vídeo sobre lo que voy a hablar:
Fuente: YouTube
Como veis en el vídeo, largas colas en los supermercados de España que desde hace una semana aproximadamente se formaban debido a la histeria colectiva que
Fuente: Pixabay |
A mi me parece surrealista la situación que se ha dado en los centros comerciales y supermercados de todas las ciudades y pueblos. Colas, esperas, estantes vacíos, situaciones difíciles de creer de ciertas personas, doblaje de jornada para los trabajadores de estos lugares... en fin, un verdadero caos.
¿Pero, por qué pienso que se produce esta situación?
En primer lugar, considero que hay un gran porcentaje de personas que debido a la
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En segundo lugar, y para mi como profesional la más grave y negativa, es que las personas al verse en una situación de miedo y de incertidumbre reaccionan de forma
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Se que es un momento difícil para todos, que todo esto genera miedo. Pero el respeto, la solidaridad, la empatía, el mirar por los demás y no solo por ti mismo, etc, creo que son valores que en estos momentos debemos sacar a relucir más que nunca y no por el contrario, menos.
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Piensa en esa persona mayor que por su situación de debilidad tiene que hacer de forma obligada la compra diariamente. Llegará al supermercado y no podrá comprar ni un brick de leche porque en casa hay alguien que tiene litros para un año. Me parece muy injusto que no nos paremos a pensar un poco en los demás.
Todo esto denota que aún hay mucho trabajo que hacer y muchos pasos que dar con respecto a la educación social y a los valores, puesto que definitivamente este tipo de cosas, por desgracia, saca en muchas ocasiones lo peor del ser humano, aunque también en muchas otras saca lo mejor.
Dejemos de ser egoístas y pensemos más en el bienestar común. ¡Gracias por leerme!
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