¡Hola bloggers!
De nuevo me tenéis por aquí tratando de haceros la semana, o al menos el día, un poco más ameno en la situación en la que nos encontramos.
He estado pensando en sobre qué podría hablaros hoy. Después de un mes completo confinados en casa, noto que el cerebro necesita oxígeno y va menos ágil de lo normal. Supongo que nos pasará a todos. Aún así esto mismo fue lo que me dio la idea sobre lo que podría escribir.
Escucho por la televisión que está situación que estamos atravesando tendrá consecuencias en todos nosotros. Consecuencias a nivel económico, social,
político... y un largo etcétera. Pero hoy escuché otro tipo de consecuencia de la que pocas veces se habla por televisión, algo así como un tema tabú de nuestra sociedad. Expertos afirmaban que esta situación traería también consecuencias a nivel mental en las personas, es decir, decían que muchos de nosotros sufriremos episodios de ansiedad, depresión, angustia e incluso estrés postraumático.
Fuente: Pixabay |
Verdaderamente no me sorprendieron estas afirmaciones. Es algo que está sucediendo. Las personas en sus casas están viendo dañada su salud mental.
A los trabajadores se les está presionando con sus empleos, los sanitarios y similares están viviendo situaciones extremas que nunca habían vivido antes, los estudiantes, desde los más pequeños a los más mayores, se están viendo sobrepasados por las tareas que deben realizar y por la incertidumbre de no saber que pasará con sus cursos escolares. En fin, una larga lista de casuísticas que dañan, principalmente, la salud mental.
Y os preguntaréis cuál es mi intención con el argumento que expongo. Pues bien, me gustaría que reflexionarais acerca de la siguiente pregunta: ¿pensáis que un tan alto porcentaje de población estábamos preparados para sufrir diferentes episodios de enfermedad mental?
Mi respuesta es que definitivamente NO. Y pienso que no porque nunca se nos ha hablado de las enfermedades mentales ni de cómo afrontarlas si se nos presentan, siempre ha sido algo que hemos tratado de esconder debajo de la manta. Si a una persona le duelen las piernas, se toma una pastilla. Si una persona tiene una alteración gástrica, va a su médico. Pero, ¿qué pasa cuando una persona se sumerge
en una tristeza o ansiedad extrema? Normalmente se calla o, si lo cuenta, lo cuenta en un tono de voz baja, que nadie se entere que tengo depresión.
Fuente: Pixabay |
Hemos interiorizado de tal forma que es algo de lo que no se debe hablar, que ahora no sabemos cómo enfrentarnos a ello. Nos asustamos. No sabemos qué nos pasa ni porqué nos sucede.
Quizá, por suerte o por desgracia, cuando salgamos de esta situación se comience a dar mayor importancia y visibilidad a las enfermedades mentales, a lo normal que es y debería ser acudir a un profesional como puede ser el psicólogo. A lo mejor así se les reconoce su gran labor, ya que sin salud mental no tenemos salud física.
La mente siempre afecta al cuerpo. Nunca van separados.
La mente siempre afecta al cuerpo. Nunca van separados.
Como educadora social me parece fundamental trabajar con la sociedad en lo que se refiere a la sensibilización hacia las enfermedades mentales. No es algo raro, es algo
más habitual de lo que pensamos. Es muy grave que las personas no dispongan de ciertas pautas o herramientas para paliar determinados episodios de enfermedad mental. Y esto sucede por la desinformación y la falta de educación en salud mental.
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En todas y cada una de nuestras intervenciones como profesionales del ámbito social debemos prestar gran atención a todo lo relacionado con la salud mental, ya que si la persona no se encuentra en condiciones en ese aspecto, no podremos trabajar ni intervenir con ella en ningún otro terreno.
¡ESPERO QUE OS SIRVA LA INFORMACIÓN Y GRACIAS POR LEERME UNA VEZ MÁS!
¡¡Hola Mariquilla!! Me ha encantado tu publicación, ya que es un tema que no mucha gente tenía en mente y, gracias a darlo a conocer, podemos evitar muchas cosas que pueden venir tras esta etapa. ¡Buen trabajo!
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado.
EliminarLa salud mental es algo a tener en cuenta, y aún más en estos momentos. Un saludo, compañera!